La casa era como su corazón, siempre estaba abierto.
Categoría: Escribiendo
La indigente de la playa
Rezo por una pandemia global de perdón, amor, responsabilidad y esperanza que arrastre al planeta tierra tal y como lo desconocemos de una vez por todas prendiendo una vela para recordar todos nuestros olvidos.
Las personas se salvan solas
Lo importante no son los pasados que no vuelven, ni los futuros que nunca están… Lo importante es otra cosa. Y las personas, las personas se salvan solas.
El pasado también es futuro
El pasado también es futuro. Pues hay pasado en cada persona, incluso en las que no han nacido aún.
En los bolsillos
Traigo la ilusión, y la brisa. Los bolsillos cargados de libertad, el insomnio de recuerdos dormidos y un despertar que señala el camino de ese misterioso lugar del que me acuerdo al pensar en futuro y en el que estás.
Sonrisas, risas y carcajadas
Y es que en cuanto a reír se refiere, es la mejor terapia
Lo que mi coche me contó
Cuenta Gabriel García Márquez en Gabo, la magia de lo real, que un día se sentó al lado de su esposa y le dijo que para poder escribir necesitaba dedicar todo su tiempo a ello. Así que acordaron que él dejara aquel trabajo que consumía sus horas, aunque fuera lo único que les daba de comer.
Allí estaba su cielo
Sostenía entre las manos una taza humeante que desprendía olor a café. Sus profundos ojos atravesaban obsesivos el cristal de la ventana. Pensó en Karl Dönitz y en los submarinos. En el kirigami y el origami; en los barcos de papel. En la luz de las farolas. En el tubo de rayos catódicos y su cañón de electrones…, en Tritón y el cinturón de Kuiper…
Faltó tan poco
“Te imagino dejando que pasen las horas… Con la vista perdida en el infinito… Solo por curiosidad, qué hace el tiempo con uno, cuando……...