Hay personas que desordenan tus huellas,
que se convierten en eternos paseos al mar.
Personas que intentan alzar el vuelo en un cielo de recuerdos,
que se tornan en pájaros negros que nunca migrarán.
Hay personas que llegan, pasan y, se van…
Hay personas que son la llamada perdida que encuentra tu voz.
Que galopan a lomos de una gran exclamación con un signo de interrogación a cuestas.
Personas que suenan a herida, que huelen a sal…
Personas que te atraviesan el corazón como un ejército de flechas.
Hay personas que esperas siempre, porque nunca llegan…
Hay personas que hacen las ausencias más largas,
que acarician las mañanas a través de la ventana.
Que son tanto que no es bastante,
y demasiados que no serán suficiente jamás.
Este poema forma parte de la obra Mientras la tierra duerme
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Hermoso texto y hermosa voz. Gracias por hacernos sentir.
Un articulo muy interesante. Gracias por la información. Saludos.